"CON MARÍA Y NUESTROS SANTOS, EN CAMINO A LOS 800 AÑOS"




Párroco: P. Marcelo Mendez O. de M.




Vicario: Fr. Alfredo Guzmán. O. de M.

martes, 23 de agosto de 2011

A mi amigo el “Regalón de Dios” ...


Un mes ha pasado ya desde que nuestro querido padre José ha retornado a la casa del Padre y sabemos que ese 24 de julio fue más regalón que nunca de nuestro buen padre celestial, eran las nueve y algo de la mañana de ese domingo y el hermano Alfredo me comunica la triste noticia por teléfono, algo muy inesperado para toda la parroquia si bien sabíamos que su condición de salud sobre todo con respecto a la edad no era la más optima, no pensamos nunca que se iría antes de su tan preparado cumpleaños, después me enteré que el siempre se escondía para el 25 de julio para que no le hicieran nada, esta vez se nos fue físicamente de las manos pero lo tenemos más cerca que nunca. Aún no puedo llegar a entender y hago público lo siguiente:
A principio de julio se me viene la idea a la mente de festejar el cumpleaños del padre José en grande, donde toda la provincia mercedaria y en especial nuestra comunidad parroquial se volcarán a ver a esta gran persona, que día a día por casi ya un siglo entregaba su vida por el hermano que sufre, por el que necesitaba un aliento, por el que no tenía, el enfermo, el triste, el solo y el desvalido, por los niños, jóvenes y ancianos que necesitaban un encuentro entre Dios y los hombres. Quería que se dieran cuenta de eso tan maravilloso que teníamos en la parroquia, el sacerdote de la Orden más anciano, que estaba lúcido, con los pies firmes en la tierra pero que ya su cuerpo gastado no le permitía trabajar como él hubiese querido. Me puse en contacto con el hermano Alfredo, el padre Marcelo y la tía Fanny para ver que se podía hacer, la idea cayó con muy buena aceptación y nos pusimos a trabajar, le pedí ayuda a Álvaro para que pudiera ayudarnos en el tema gráfico. La Merced había encendido a la semana el recuerdo del Regalón de Dios. El estaba muy contento, pasó sus fotografías para que nos sirvieran de algo, nos contó su vida y recibió a la prensa que se interesaba por ese tan viejo sacerdote que había trasladado la “Merced Vieja” hasta donde hoy estamos, y nunca olvidaré esas últimas palabras cuando el periodista le pregunta: - ¿Qué dice de un año más de vida? - “REGALÓN DE DIOS”, fue esa la última vez que le vi y compartí con él. Dios quiso que su cumpleaños lo celebrara junto a su familia y su querido hermano Inocencio a quien llamó su última noche con vida.
No había sentido nunca tanto la mano de Dios como ese día en que estando el féretro del padre José en el templo parroquial y revisábamos los últimos detalles para su funeral al otro día, vi como esa Misa que me había imaginado a principios de mes era tal cual como esa imagen que veía. El lienzo con los colores de la Orden, el pendón, el video reproduciéndose y preparando bancas para todo el clero mercedario y diocesano. En ese momento me di cuenta que Dios había hecho las cosas por algo, y vaya que sentí la presencia y la mano de Dios en esa gran tarea, pero algo tenía esa Misa que no estaba en mis planes, el féretro con el Padre José, y recién ahí comprendí entre lágrimas que tenía una misión y la había cumplido: organizar una gran despedida para quien fuera el guía espiritual de toda una provincia y de esta pequeña parroquia por años.
Para mí el padre José, no sólo fue un sacerdote, fue un amigo, un padrino, el que me enseñó de Dios y de la Iglesia desde el momento en que me bautizó hasta después de su muerte, los recuerdos que me quedan de él son todos buenos, alegres y provechosos. Con los días comprendí que ahora el padre estaba descansando y gozando de la dicha eterna, que gané una estrella y un ángel en el cielo, que ahora no necesito ir los sábados a visitar para conversar con él, sé que está a mi lado donde quiera que yo vaya por siempre. Amigo Regalón de Dios gracias por todo lo que me enseñaste, gracias a Dios por haberte conocido y haber compartido contigo desde mi bautizo hasta ahora. La parroquia te recordará siempre y la Orden recordará tu ejemplo de entrega, obediencia y respeto a la familia Mercedaria.
Gracias por permitirme poder reflexionar para todos ustedes que somos una familia esto tan importante que había guardado en mi corazón.

Ricardo Ramírez Basualdo
Comunicador Parroquial
La Merced San Felipe.

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